13 Capitulo 9:13-21 - Sexta trompeta
La sexta trompetaCon el sonido de la sexta trompeta, Juan escucha una voz que le imparte al sexto ángel la orden de desatar a cuatro ángeles que hasta ese momento estaban atados. La liberación de estos ángeles precipitará sobre el mundo una gran invasión que resultará en la muerte de la tercera parte de la población mundial.
Un inmenso y mortal ejército
Apocalipsis 9:13-16 (RVR60) El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios, 14diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates. 15Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres. 16Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número.
En el ritual del Antiguo Testamento, el altar de oro corresponde al altar que había delante del velo, en el cual se ofrecía el incienso preparado de acuerdo a la fórmula especificada por Dios. Este altar de forma cuadrada tenía un cuerno en cada una de sus cuatro esquinas. (Éxo. 30:2). En Apocalipsis 8:3 se menciona un altar de oro sobre el cual se derrama incienso mezclado con las oraciones de los santos que claman a Dios por justicia. Ese es el mismo altar de oro que aparece en este pasaje, del cual se dice que también tiene cuatro cuernos. Generalmente, los cuernos simbolizan poder, por lo cual, en este caso en particular, podrían representar la soberanía y el poder judicial del gobierno de Dios que está por ejecutar un nuevo juicio. La implicación es que, al igual que los anteriores, este juicio es en parte una respuesta a las oraciones de los mártires que están siendo vindicados y de los santos perseguidos en la tierra, quienes están a punto de ser rescatados de su aflicción.
La orden de desatar a los cuatro ángeles que están atados indica que estos mensajeros angelicales del juicio están bajo el control de Dios y que no pueden actuar sin su consentimiento. Varias preguntas surgen acerca de estos ángeles - ¿Cuál es su identidad? ¿Por qué están atados? ¿Qué implica que estén atados junto al gran río Éufrates?
En el Capítulo 7 vimos que cuatro ángeles que detenían los cuatro vientos de la tierra, reciben la orden de no desencadenar el juicio hasta que los siervos de nuestro Dios sean sellados (Apo. 7:1-3). Evidentemente estos son ángeles santos a quienes Dios utiliza como instrumentos de su juicio. En cambio, los cuatro ángeles que aparecen en este pasaje del Capítulo 9 son diferentes, ya que están atados. En las Escrituras no hay mención alguna de que ángeles santos estén atados en algún momento, mientras que de los ángeles caídos o demonios sí se dice que Dios los tiene confinados en espera del juicio.
2 Pedro 2:4 (RVR60)…Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio
Judas 6 (RVR60) Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día
La Biblia también afirma que Satanás será encadenado y encerrado en el abismo por los mil años que durará el gobierno terrenal de Cristo (Apo. 20:1-3).
En vista de esto, es razonable concluir que los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates son demonios que serán desatados cuando se toque la sexta trompeta y entonces, saldrán a ejecutar el juicio de Dios. Este es otro caso en el que demonios son utilizados por Dios, tal como lo vimos en el caso de la invasión de langostas, cuando se toca la quinta trompeta (Apo. 9:1-11). En su soberanía, Dios ha reservado a estos cuatro demonios de forma muy específica, ya que Juan reporta que estaban preparados para la hora, día, mes y año en el que habrán de cumplir su misión. En repetidas ocasiones, las Escrituras dan testimonio de que en su soberanía y omnisciencia, Dios ha preparado de antemano de forma específica aspectos importantes de su plan para las edades, particularmente para los días finales (Mat. 25:34, 41; Mar. 10:40; Luc. 2:31; 1 Cor. 2:9; Apo. 12:6; 16:12).
La Biblia no nos dice cuándo fue que Dios ató a estos demonios, pero obviamente lo hizo como castigo. La tarea para la cual han sido preparados es una de las más macabras y devastadoras mencionadas en Apocalipsis: Matar a la tercera parte de los hombres. Anteriormente, cuando se abrió el cuarto sello, una cuarta parte de la población mundial fue muerta (Apo. 6:7-8). Ahora, una tercera parte adicional será ejecutada. Con solamente estos dos juicios, por lo menos la mitad de la población mundial es exterminada y eso sin contar las muertes provocadas por los otros juicios ya ejecutados hasta este punto.
El hecho de que estos demonios están atados junto al gran río Éufrates parece indicar que con ellos se desata una invasión proveniente del oriente. Este río, incluyendo la región de Mesopotamia en la cual se encuentra, ha sido la frontera entre Israel y sus enemigos al noreste, Asiria y Babilonia. También fue la frontera oriental del imperio romano en los días del apóstol Juan. De tal manera que los que venían de la región del Éufrates generalmente eran enemigos.
El número de los jinetes que conforman este mortal ejército es asombroso – doscientos millones – más que la población de Brasil, que en la actualidad cuenta con una población de aproximadamente 192 millones de habitantes.[1]
Literalmente, el texto en griego dice “dos veces diez mil multiplicado por diez mil”. Ya que la expresión “diez mil multiplicado por diez mil” y que en la Reina Valera 1960 se traduce millones de millones (Dan. 7:10; Apo. 5:11) se utiliza para referirse a un grupo de número incalculable, algunos creen que doscientos millones no debe tomarse literalmente. De ser así, la idea es que se trata de un ejército de vastas proporciones, el cual resulta imposible enumerar y excede a cualquier otro ejército que se haya visto antes. De hecho, si el número se interpreta de forma literal, este sería el ejército más grande de la Historia. Ya sea que el número reportado por Juan sea literal o no, lo cierto es que esta será una fuerza masiva con un poderío militar tan contundente que tendrá la capacidad de aniquilar la tercera parte de la población mundial.
Descripción del ejército invasor
Apocalipsis 9:17-19 (RVR60) Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre. 18Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca. 19Pues el poder de los caballos estaba en su boca y en sus colas; porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban.
Algunos consideran que esta es la mejor descripción que desde su contexto, Juan puede hacer de un ejército que en un futuro obviamente utilizará armamento moderno. Otros opinan que es la descripción simbólica de un ejército demoníaco. Si se trata de una descripción simbólica o de la mejor descripción que Juan puede hacer de un ejército moderno, de todas formas este es un temible ejército con poder para destruir a cualquiera que se le oponga. Las imágenes de caballos, leones y serpientes son representativas de una capacidad de guerra altamente letal.
Fuego, humo y azufre son elementos naturales que Dios ha utilizado en el pasado para ejecutar su juicio en circunstancias similares, como en el caso de Sodoma y Gomorra.
Génesis 19:24-25; 27-28 (RVR60) Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos; 25y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra… 27Y subió Abraham por la mañana al lugar donde había estado delante de Jehová. 28Y miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la tierra de aquella llanura miró; y he aquí que el humo subía de la tierra como el humo de un horno.
El versículo 18 enfatiza el hecho de que por los efectos del fuego, humo y azufre muere la tercera parte de los hombres. Esto demuestra que a pesar de que al principio de la Tribulación habrá un período de paz en el que no se hará uso de las armas, hacia el final la maquinaria de guerra entrará en acción con más ímpetu que nunca. La paz que el mundo espera tener gracias a las gestiones de aquel líder mundial que habrá de surgir, no solamente será efímera sino que resultará en el peor tiempo de aflicción y muerte que el mundo haya visto hasta ese entonces.
La dureza de los corazones incrédulos
Apocalipsis 9:20-21 (RVR60) Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar; 21y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.
En todos los otros pasajes de las Escrituras, la expresión las obras de sus manos se refiere a la práctica de la idolatría, la cual al final de cuentas no es más que un culto de adoración a los demonios.
Deuteronomio 32:17 (RVR60) Sacrificaron a los demonios, y no a Dios; a dioses que no habían conocido, a nuevos dioses venidos de cerca, que no habían temido vuestros padres.
Salmos 106:37-39 (RVR60) Sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios, 38 y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, que ofrecieron en sacrificio a los ídolos de Canaán, y la tierra fue contaminada con sangre. 39 Se contaminaron así con sus obras, y se prostituyeron con sus hechos.
1 Corintios 10:20 (RVR60) Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.
La palabra traducida como hechicerías es el término griego pharmakon, de donde se derivan palabras como “fármaco” y “farmacia” y se refiere a sustancias y objetos utilizados en los antiguos rituales idólatras, tales como amuletos, encantamientos, bebedizos y pócimas. En un contexto moderno, la palabra sugiere el uso de drogas alucinógenas.
A pesar del horrendo juicio desatado por ese temible ejército invasor, los seres humanos que sobreviven la matanza no se arrepienten de su maldad, como tampoco se arrepintió faraón cuando Dios envió las plagas sobre Egipto. Tal es la dureza del corazón humano cuando está lleno de incredulidad, que aun ante el severo juicio de Dios y la manifestación de su poder para castigar, se niega a renunciar a sus iniquidades y a volverse a Dios para que lo perdone.
[1] Wikipedia.org – List of countries by population. Cifra de la población de Brasil actualizada el 14 de agosto de 2009.