09 Capitulo 7 - Santos de la Tribulacion
Los 144.000 sellados en la tierra
Apocalipsis 7:1-4 (RVR60) Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. 2Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar, 3diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios. 4Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.
La expresión, Después de esto, indica que lo que viene a continuación es una nueva visión. El Capítulo 7 forma un paréntesis entre el sexto y el séptimo sellos. En él se muestran en dos grupos representativos de aquellos que habrán de ser salvos durante la Tribulación: 1) Los salvos entre los de la nación de Israel y 2) los salvos entre las naciones gentiles. En este capítulo también se muestra la bendición y la protección concedida a los santos, aun cuando tengan que sufrir y hasta morir en medio de un mundo que es hostil a Dios y es objeto del juicio divino.
El sellamiento de las doce tribus
A cuatro ángeles se les da la orden de detener el juicio sobre la tierra, aquí representado por el viento, hasta que un grupo identificado como los siervos de Dios sean sellados en sus frentes con un sello que simboliza que son propiedad de Dios y que están bajo su protección. En términos de las Escrituras del Nuevo Testamento, el sello es un símbolo de propiedad, autenticación y protección que garantiza la salvación, tal como lo atestiguan los siguientes pasajes.
2 Corintios 1:21-22 (RVR60) Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, 22el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.
Efesios 1:13-14 (RVR60) En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, 14que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.
El grupo seleccionado para recibir el sello consiste de 144.000 israelitas provenientes de cada una de las doce tribus de Israel en número de doce mil por cada tribu. El texto no especifica si el sello será visible o invisible, pero la mención de la frente sugiere que será visible, lo cual también sería un factor adicional al testimonio que darán en aquellos días. Este es también el sello con el cual son identificados cuando aparecen victoriosos con Jesucristo después de la Tribulación.
Apocalipsis 14:1 (RVR60) Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.
Obviamente, estos 144.000 ya han recibido la salvación previamente durante lo que va corrido de la Tribulación y ahora, por medio de la protección de este sello son apartados como un grupo especial para ser un testimonio de la gracia y de la misericordia de Dios en medio del juicio.
A pesar de que los israelitas hoy en día no saben a qué tribu pertenecen, Dios sí lo sabe. En este pasaje, 144.000 creyentes israelitas son seleccionados e identificados no solamente como pertenecientes al pueblo de Israel sino como pertenecientes a cada una de las doce tribus de Israel. Esto descarta el concepto popular de las tribus perdidas de Israel a raíz de la caída del reino del Norte en manos de los asirios en el 722 a.C. También descarta la teoría de que esas tribus perdidas están perpetuadas en los pueblos de habla inglesa en el mundo. Obviamente, en cuanto a Dios se refiere, ninguna de las tribus está perdida. A pesar de que los registros genealógicos se han perdido, cada judío es un descendiente de Abraham y Dios sabe exactamente a qué tribu pertenece. La Epístola de Santiago, la cual pudo haber sido escrita entre los años 46 y 49 de la era cristiana está dirigida a las doce tribus de Israel.
Santiago 1:1 (RVR60) Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión: Salud.
Así que esta visión de Juan es un anuncio profético de que Dios tiene un propósito futuro para Israel, del cual habrá un remanente fiel en la tierra cuando Jesucristo vuelva.
Además de los 144.000, habrá otros israelitas que serán salvos pero muchos de ellos morirán como mártires de la fe. Los 144.000 son solamente aquellos que serán librados de sus perseguidores y preservados de todos sus ataques.
Los mártires gentiles vistos en el cielo
Apocalipsis 7:9-12 (RVR60) Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; 10y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero. 11Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios, 12diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.
La segunda parte del Capítulo 7 nos muestra que también por parte de las naciones gentiles muchos vendrán a la fe en Cristo durante la Tribulación y sufrirán el martirio por causa de su fe. En su visión, Juan ve delante del trono de Cristo en el cielo a una multitud incontable que en contraste con los 144.000 que provienen de las doce tribus de Israel, es de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas. Las ropas blancas parecen ser las vestiduras blancas mencionadas en Apocalipsis 6:11, mientras que las palmas en las manos simbolizan el triunfo, un triunfo que se lo adjudican a Dios el Padre y a Jesucristo, ya que a ellos pertenecen la salvación.
A la alabanza de los santos de las naciones gentiles se unen los ángeles y todos los que están en el cielo se postran ante el trono para adorar y glorificar a Dios.
Apocalipsis 7:13-17 (RVR60) Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? 14Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. 15Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos. 16Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno; 17porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.
Si los veinticuatro ancianos representan la iglesia, como ya hemos dicho anteriormente que posiblemente sea, entonces la multitud de gentiles representa un grupo diferente de creyentes. La respuesta que Juan recibe en cuanto a la identidad de ellos parece confirmarlo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Obviamente, esto indica que son personas que han puesto su fe en Cristo durante el período de la gran tribulación del cual Jesús mismo habló.
Mateo 24:21-22 (RVR60) …Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. 22Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.
Evidentemente, la multitud que aparece en la visión celestial de Juan son mártires que han sellado su testimonio con su propia sangre, ya que la mayoría de los santos morirán durante la Tribulación. Muchos morirán por los terremotos, las guerras y las epidemias, mientras que otros serán el blanco de la persecución del sistema del Anticristo, de forma similar a la que los judíos fueron perseguidos por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. De hecho, el negarse a adorar a la bestia automáticamente los pondrá bajo sentencia de muerte.
Apocalipsis 13:15 (RVR60) Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase.
De tal manera que durante la Tribulación, una cantidad incalculable de personas de todas las naciones conocerán a Cristo como Salvador, a pesar de que serán duramente perseguidos y posiblemente la mayoría sufrirán el martirio. Pero su pureza espiritual estará asegurada pues han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero, ya que la única manera de lavar los pecados es por medio de la sangre preciosa de Jesucristo, la cual fue derramada en sacrificio en la cruz del Calvario.
1 Pedro 1:18-20 (RVR60) …Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, 19sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, 20ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros
Es por los méritos de la obra perfecta de Cristo que pecadores indignos tienen acceso al trono de Dios, como Juan vio en su visión que la gran multitud de gentiles tendrá acceso al trono durante la Tribulación – Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo (v. 15). La bendición de estos mártires es estar en un lugar de honor y prominencia, sirviendo al Señor día y noche en su templo. Esto es significativo, ya que nos muestra que el cielo no es solamente un lugar de descanso de las labores terrenales sino también un lugar de servicio privilegiado. Aquellos que hayan servido bien en la tierra, tendrán un ministerio en el cielo. Allí habrá libertad total de todas las aflicciones de la vida. Todas ellas serán reemplazadas por una maravillosa y perfecta comunión con el Señor.