11 Capitulo 8 - Cuatro primeras trompetas
Las primeras cuatro trompetas
Cuando los sellos fueron abiertos, los primeros cuatro fueron agrupados y cada uno de ellos introdujo a un siniestro jinete (6:1-9). El mismo patrón se repite ahora que se trata de las trompetas. Los juicios desencadenados por el toque de las primeras cuatro trompetas son agrupados en el sentido de que van dirigidos específicamente a diferentes elementos de la Naturaleza y los seres humanos sufren indirectamente las consecuencias de esos eventos. Los juicios provocados por las siguientes trompetas, en cambio, van dirigidos directamente a los pobladores de la Tierra. De igual manera, la séptima trompeta introduce los juicios de las copas, después de un paréntesis en la narrativa (Apo. 10:1-11:14), tal como el séptimo sello introduce los juicios de las trompetas después del paréntesis del Capítulo 7.
Otra característica de la narración relacionada con las primeras cuatro trompetas es que los juicios desatados afectan la tercera parte de los elementos a los cuales esos juicios son dirigidos. De hecho, la expresión la tercera parte se repite once veces en los versículos del 7 al 12. Esto significa que los juicios de las trompetas no son finales y que su propósito principal no es el de impartir castigo sino el de motivar a los pecadores al arrepentimiento. Desafortunadamente, conforme aumenta la intensidad de los juicios, también aumenta la persistencia de los hombres en la incredulidad. Esto se hace evidente a lo largo de todo el período de la Gran Tribulación.
Apocalipsis 8:6-7 (RVR60) Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas. 7 El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde.
Este juicio se asemeja a la séptima plaga de Egipto que se menciona en el Libro de Éxodo, cuando Dios hizo llover granizo mezclado con fuego.
Éxodo 9:23-25 (RVR60) Y Moisés extendió su vara hacia el cielo, y Jehová hizo tronar y granizar, y el fuego se descargó sobre la tierra; y Jehová hizo llover granizo sobre la tierra de Egipto. 24Hubo, pues, granizo, y fuego mezclado con el granizo, tan grande, cual nunca hubo en toda la tierra de Egipto desde que fue habitada. 25Y aquel granizo hirió en toda la tierra de Egipto todo lo que estaba en el campo, así hombres como bestias; asimismo destrozó el granizo toda la hierba del campo, y desgajó todos los árboles del país.
Es posible que el fuego mencionado sea en forma de rayos, en cuyo caso el granizo caerá como parte de una gran tormenta eléctrica. Algunos opinan que la sangre corresponde al color de la tormenta que tornará el cielo en rojizo, mientras que otros le atribuyen la sangre a la destrucción resultante de la caída del granizo sobre personas y animales. Cualesquiera que sea el caso, es obvio que los efectos son devastadores para la vegetación y las consecuencias de tal devastación son de suma gravedad. Lo más seguro es que la destrucción ocurra en el área de la Tierra directamente afectada por la tormenta.
La destrucción de la tercera parte de los árboles implica que como consecuencia habrá escasez de frutos y de otros productos que normalmente se obtienen de los árboles y los arbustos. De igual manera, la destrucción de toda la hierba verde implica la muerte de animales tales como las ovejas, las cabras y los bovinos, provocando así la escasez de carne, leche, queso y otros productos. En términos modernos, esto será una gran catástrofe ecológica que a pesar de ser limitada, tendrá fuertes repercusiones en la vida terrestre.
Este primer juicio de las trompetas, el cual Dios limita a una fracción de la Naturaleza, es una advertencia a los pobladores de la tierra de que la totalidad de la ira de Dios aun está por descargarse y que por lo tanto, deben proceder al arrepentimiento.
Resulta paradójico que Dios, quien en el tercer día de la Creación dijo: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así (Gén. 1:11), ahora, al final de los tiempos decrete la destrucción de la tercera parte de los árboles y de toda la hierba verde, como respuesta a la creciente maldad de los seres humanos.
Pero esto es solamente el comienzo; lo peor aún está por venir. Con el toque de la segunda trompeta, otra gran catástrofe se precipita sobre la Tierra, pero esta vez, va dirigida a los mares.
Apocalipsis 8:8-9 (RVR60) El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre. 9Y murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el mar, y la tercera parte de las naves fue destruida.
Nuevamente, hay un paralelo entre este juicio y la primera plaga de Egipto.
Éxodo 7:20-21 (RVR60) Y Moisés y Aarón hicieron como Jehová lo mandó; y alzando la vara golpeó las aguas que había en el río, en presencia de Faraón y de sus siervos; y todas las aguas que había en el río se convirtieron en sangre. 21Asimismo los peces que había en el río murieron; y el río se corrompió, tanto que los egipcios no podían beber de él. Y hubo sangre por toda la tierra de Egipto.
Así como el río Nilo y las demás aguas de Egipto se convirtieron en sangre cuando Aarón extendió la vara de Dios, así esta gran montaña ardiendo en fuego tiene un efecto similar en las aguas del mar. A pesar de que algunos creen que el mar en realidad no se tornará en sangre sino que por medio de alguna reacción química se tornará semejante a la sangre, lo cierto es que este juicio destruye la tercera parte de la vida marina y la tercera parte de los barcos del mundo en el área afectada. Evidentemente, la caída de este gran objeto contamina las aguas marinas al punto de que produce un efecto mortal y corrosivo que no solamente destruye la vida sino también la coraza metálica de los barcos.
Nuevamente, a pesar de que el juicio va dirigido específicamente al mar, los resultados constituyen un gran problema ecológico, alimentario y de salubridad para los habitantes de la tierra, al empezar a arribar a las costas los cadáveres de cientos de miles de animales. Más aun, teniendo en cuenta que la situación ya era bastante complicada después del juicio de la primera trompeta.
Explosión de ballenas
El 12 de noviembre de 1970, un cachalote de 14 m de longitud y 8 toneladas de peso murió después de haber varado cerca de Florence, Oregón… Después de consultar con oficiales de la Marina de guerra de los Estados Unidos, decidieron que lo mejor sería deshacerse de la ballena de la misma manera que se desharían de una gran roca y, el 12 de noviembre, utilizaron media tonelada de dinamita para eliminarla. Pensaron que enterrar a la ballena sería poco efectivo, ya que pronto sería descubierta, y creían que el uso de dinamita causaría una explosión que desintegraría la ballena en pedazos lo suficientemente pequeños para que los animales carroñeros lo limpiaran… La explosión hizo que grandes pedazos de grasa de la ballena aterrizaran algunos metros más allá de la playa, con el resultado de un coche aplastado. La explosión desintegró sólo una parte de la ballena, mientras que la mayoría permaneció en la playa…
Al final de su reportaje, Paul Linnman (periodista que cubrió el incidente) dijo que "Se puede concluir que en caso de que se vuelva a necesitar limpiar una ballena varada… aquellos encargados de hacerlo no sólo recordarán lo que hay que hacer, sino que desde luego recordarán lo que no hay que hacer"… Cuando vararon 41 cachalotes en 1979, los oficiales de los parques estatales las quemaron y enterraron. Hoy en día, los encargados de la playa remolcan las ballenas varadas muertas hacia el mar abierto. Esto se hace principalmente por motivos de seguridad, pues se ha sabido que los cuerpos en descomposición atraen tiburones, representando así un peligro para los usuarios de la playa.
Porciones de artículo de Wikipedia, http://es.wikipedia.org/wiki/Explosi%C3%B3n_de_ballenas
Cuando suena la tercera trompeta, Juan ve una gran estrella que arde como una lámpara, al tiempo que cae sobre los ríos y las fuentes de agua de la Tierra.
Apocalipsis 8:10-11 (RVR60) El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas. 11Y el nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres murieron a causa de esas aguas, porque se hicieron amargas.
La gran estrella parece ser un cuerpo celeste o una masa sideral que al precipitarse a la Tierra, arde al penetrar en su atmósfera, al igual que un meteoro. Al caer sobre los ríos y las fuentes acuíferas este meteoro contamina las aguas y las torna no solamente de sabor muy amargo sino también en altamente venenosas, lo cual causa la muerte de una gran cantidad de personas. Con la tercera parte de la vegetación ya destruida y ahora con la tercera parte del agua mortalmente contaminada, no es difícil imaginarse la severidad de la crisis que afectará la vida en la Tierra.
A la estrella se le da un nombre relacionado con el hecho de que hace que las aguas se tornen amargas como el ajenjo. El ajenjo es una planta reconocida por su sabor amargo y por sus cualidades curativas, pero que no es venenosa. En el Antiguo Testamento el ajenjo aparece como un símbolo de amargura y de tristeza, así como una metáfora del pecado.
Proverbios 5:3-4 (RVA) Los labios de la mujer extraña gotean miel, y su paladar es más suave que el aceite; 4 pero su fin es amargo como el ajenjo, agudo como una espada de dos filos.
Deuteronomio 29:18 (RVR60) No sea que haya entre vosotros varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Jehová nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; no sea que haya en medio de vosotros raíz que produzca hiel y ajenjo
Lo que ocurre como consecuencia de la caída de la estrella en las aguas es lo contrario de lo que ocurrió en Mara, cuando el Señor proveyó un árbol que cuando Moisés lo echó en las aguas amargas, estas se tornaron dulces y el pueblo de Israel pudo saciar su sed (Éxo. 15:23-26).
Con el toque de la cuarta trompeta, ahora son el sol, la luna y las estrellas los que resultan alterados por el juicio.
Apocalipsis 8:12 (RVR60) El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del día, y asimismo de la noche.
Este juicio tiene también su paralelo en las plagas de Egipto, cuando Dios hizo descender espesas tinieblas sobre los egipcios.
Éxodo 10:21-23 (RVR60) Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que haya tinieblas sobre la tierra de Egipto, tanto que cualquiera las palpe. 22Y extendió Moisés su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas sobre toda la tierra de Egipto, por tres días. 23Ninguno vio a su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; mas todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones.
La insinuación constante de las plagas de Egipto es una manera de decir que en los días finales, Dios nuevamente castigará a aquellos que oprimen a su pueblo. En el Antiguo Testamento, las tinieblas son frecuentemente relacionadas con el juicio divino (Isa. 13:10; Am. 5:18; Joel 2:2). Este juicio de la cuarta trompeta también es el cumplimiento de lo anunciado por el Señor Jesucristo.
Marcos 13:24 (RVR60) Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor
Estas nuevas condiciones cósmicas vienen a empeorar aún más las condiciones de vida en la Tierra, ya que entre otras cosas, una ausencia prolongada de la luz afectaría la vida de las dos terceras partes de vegetación que quedan, así como la vida animal, especialmente en lo concerniente a la alimentación. La vida marina, ya reducida en una tercera parte, también se verá grandemente afectada por las tinieblas que alterarán las fuentes de alimentación, tales como las algas y el plancton.
Con todo y lo severos que son los primeros cuatro juicios de las trompetas, lo peor aún está por ocurrir. Los primeros cuatro juicios afectaron la Naturaleza y los seres humanos fueron afectados indirectamente. Pero los siguientes juicios golpearán directamente a las personas.
Apocalipsis 8:13 (RVR60) Y miré, y oí a un ángel volar por en medio del cielo, diciendo a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los que moran en la tierra, a causa de los otros toques de trompeta que están para sonar los tres ángeles!
Algunos manuscritos dicen que el que vuela por en medio del cielo es un águila, en lugar de un ángel. Es posible que este sea un ser angelical con apariencia de águila, ya que tiene la capacidad de hablar. De cualquier manera, el mensaje esparcido a lo largo del cielo para los habitantes de la Tierra es siniestro. Los tres ayes corresponden a los tres toques de trompeta que aún están por sonar y cada uno será peor que el anterior.
Lo que ocurrirá como resultado de la quinta y sexta trompetas lo veremos en la siguiente sección de este estudio.