07 Daniel 9:27
La semana setenta
Daniel 9:27 Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.
El establecimiento y quebrantamiento de un pacto
En la sección anterior quedó establecido que actualmente estamos viviendo un paréntesis indeterminado de tiempo entre las primeras sesentainueve semanas y la semana setenta, por lo cual, los eventos contenidos en el versículo 27 aun pertenecen al futuro.
Con relación a la semana setenta, el príncipe que ha de venir es un enemigo del pueblo de Israel, quien en un futuro pondrá a los judíos bajo una intensa persecución. Sin embargo, antes de eso, este personaje hará un pacto con los judíos incrédulos, quienes motivados por las garantías ofrecidas formarán una alianza con él. Hay que recordar que en el versículo 24, cuando Gabriel comienza a dar la profecía, se refiere específicamente al pueblo de Daniel (tu pueblo), por lo cual, los muchos con quienes el príncipe futuro hará alianza son también del pueblo de Daniel, o sea, judíos.
Dicha alianza será pactada para un período de una semana, o sea, siete años, pero según la profecía, a la mitad de este tiempo, tres años y medio, aquel gobernante hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Este es el evento al cual el Señor Jesucristo se refirió como la abominación desoladora.
Mateo 24:15-22 Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), 16entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. 17El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; 18y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa. 19Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! 20Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo; 21porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. 22Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.
El cumplimiento de esta profecía hace necesario el restablecimiento del sistema de sacrificios prescrito por la ley mosaica, para lo cual también se hace necesaria la reconstrucción del templo en Jerusalén.
La segunda mitad del versículo 27 anuncia que además de la suspensión del culto, también habrá una flagrante profanación del templo judío por parte del Anticristo – la muchedumbre de las abominaciones. Como lo veremos más adelante, Apocalipsis 13 declara que aquel gobernante mundial que se impondrá durante el período de la Tribulación no solamente se adueñará de forma absoluta del poder político sino que también exigirá ser adorado por todos los habitantes de la Tierra, blasfemará el nombre de Dios y desatará una cruel persecución contra los santos.
Apocalipsis 13:4-7 …Y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella? 5También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses. 6Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo. 7Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación.
El dominio del Anticristo terminará con la Segunda Venida de Cristo, cuando el Anticristo y el falso profeta serán lanzados al lago de fuego y sus ejércitos serán aniquilados.
Apocalipsis 19:19-21 Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. 20Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. 21Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.
En síntesis, la profecía de las setenta semanas comprende la historia de Israel desde el tiempo de Nehemías en el 445 a.C., hasta la Segunda Venida de Cristo. En el primer período de los siete sietes tiene lugar la reconstrucción de Jerusalén. A continuación, en el segundo período de sesentaidós sietes hace su aparición el Mesías y al término de este tiempo, aun está vivo, pero poco después es muerto. De tal manera que en el paréntesis que se abre entre la semana sesentainueve y la semana setenta ocurren dos eventos importantes: La muerte del Mesías, Cristo Jesús, y la destrucción de Jerusalén en el año 70 de la era cristiana.
El período final de siete años comienza con el establecimiento de un pacto entre el príncipe que ha de venir y los muchos del pueblo de Israel. El pacto se mantiene hasta la mitad de los siete años y luego, las garantías extendidas a Israel por medio del pacto son abolidas. Los últimos tres años y medio son de intensa persecución y se conocen como la Gran Tribulación. Durante ese tiempo tendrá lugar la suspensión del culto judío y la profanación de aquel templo que habrá de reconstruirse en un futuro.
La profecía de las setenta semanas concluye con la Segunda Venida de Cristo, la cual pone fin a la última semana, así como al tiempo de los gentiles. El hecho de que los judíos hayan regresado a su tierra y se hayan constituido como nación en 1948 hace pensar que el inicio de la semana setenta no está muy lejano.